¿Por qué realizarlo? 

Para tener un óptimo desarrollo visual (que se produce entre los 0 a 8 años) es fundamental que el sistema visual sea eficaz. Entre el 15% y el 30% de los problemas de aprendizaje vienen derivados por dificultades visuales no diagnosticadas. Un diagnóstico oftalmológico oportuno puede desenmascarar problemas de aprendizaje que en ocasiones son confundidos con trastornos atencionales.
 
 ¿A quién está dirigido?

La Academia Americana de Oftalmología y la Asociación Americana de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo recomiendan los siguientes exámenes.
 
Recién nacidos
Se recomienda una primera revisión tras el nacimiento para descartar alteraciones congénitas como glaucoma, catarata, tumores oculares, ptosis palpebral, estrabismo, entre otras. 
 
En los bebés 
Se debe realizar una segunda evaluación oftalmológica practicada por un oftalmólogo, un pediatra, un médico de familia u otro profesional de la salud debidamente capacitado durante un examen para determinar el buen estado de salud del bebé a los seis meses y al cumplir un año de edad.
 
Preescolares 
Entre los 3 y 4 años, debe hacerse una evaluación que incluya valoración de la visión, alineación ocular del niño, visión estereoscópica y fondo de ojo.
 
Escolares
Revisión anual hasta los 10 años y desde los 11 años en adelante bienal.